“Emma, la esposa, estaba tan en el negocio de ‘El Chapo’ que a menudo le daría su teléfono a su padre, que era uno de los lugartenientes de ‘El Chapo’. Él y el padre utilizaron los teléfonos de Emma para planear el tráfico de drogas de ligas mayores. Increíble”, cuenta hoy Alan Feuer, quien cubre la corte para The New York Times.
La Fiscalía federal estadounidense concretó los once delitos que atribuyen a Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y pidió al jurado que se centre en la figura del narcotraficante juzgado y no en otros nombres que hayan podido ser mencionados.
El juicio por narcotráfico contra Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera podría finalizar en la semana del 21 de enero, en unos 15 días, aunque la defensa sostiene que el proceso podría alargarse hasta mediados de febrero
Nueva York, 9 de enero (AP/EFE/SinEmbargo).- Joaquín “El Chapo” Guzmán le pidió a su esposa Emma Coronel zapatos de talla 7 mexicana, pantalones, y hasta tinte para su bigote el 22 de febrero del 2012, cuando escapó de milagro a una redada que las autoridades mexicanas y estadounidenses hicieron a su casa de Cabo San Lucas, en el Pacífico mexicano.
Pero no todo pudo ser tan inocente como eso. “Emma, la esposa, estaba tan en el negocio de ‘El Chapo’ que a menudo le daría su teléfono a su padre, que era uno de los lugartenientes de ‘El Chapo’. Él y el padre utilizaron los teléfonos de Emma para planear el tráfico de drogas de ligas mayores. Increíble”, cuenta Alan Feuer, quien cubre la corte para The New York Times.
“Los textos son alucinantes. En un momento, la pareja está hablando sobre lo lindas que son sus hijas gemelas y hablando de las enchiladas de Emma, y al siguiente hablan de si los soldados de ‘El Chapo’ fueron sacrificados en un tiroteo”.
“Todo ocurrió muy rápido”, supuestamente le escribió por mensaje de texto Guzmán a Coronel tras explicarle que vio a policías golpeando la puerta de una casa vecina y se vio forzado a salir a toda prisa. Es otro episodio rescatado de los textos intercambiados entre ambos.
“Oh querido eso es horrible”, le respondió Coronel, según leyó en inglés un agente del FBI mientras testificaba en el juicio a Guzmán que se celebra en Brooklyn.
El agente, Stephen Marston, explicó el miércoles que el encargado de las comunicaciones internas del cártel de Sinaloa entregó esos mensajes de texto entre “El Chapo” y su esposa a las autoridades estadounidenses. El ingeniero técnico, un colombiano llamado Cristian Rodríguez, colaboró de forma secreta con las autoridades estadounidenses desde el 2011 hasta el 2013.
Los mensajes pasaban de los comentarios de dos padres sobre sus hijas a las operaciones del grupo criminal: la pareja habla de lo lindas que son sus pequeñas gemelas para pasar después a preguntas sobre si ciertos hombres asesinados pertenecían al cartel.
“El Chapo”, uno de los narcotraficantes más conocidos y ex líder del cartel de Sinaloa, se ha declarado inocente de supuestamente acumular una fortuna multimillonaria a través del tráfico de toneladas de cocaína y otras drogas desde México a Estados Unidos. De ser declarado culpable enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua. Guzmán enfrenta 11 cargos, que incluyen delito por tráfico de drogas, por tráfico de armas, por lavado de dinero y por participación en empresa criminal.
Coronel, que se encontraba entre el público en el juicio, escuchó el testimonio de Marston con una expresión de seriedad.
HOLANDA ESPIÓ A “EL CHAPO PARA EU”
La Policía holandesa interceptó las comunicaciones telefónicas del narcotraficante mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera a petición del FBI porque las leyes de privacidad de Holanda son menos estrictas que las de EU o Canadá, confirmó hoy una fuente oficial.
Las escuchas telefónicas se llevaron a cabo durante 18 meses, entre 2011 y 2012, aunque el equipo especializado de la Policía solo fue informado de que se trataba de “comunicaciones entre miembros del cártel de Sinaloa” y no de que se trataba del entonces líder de la organización, según recoge el diario holandés Volkskrant.
En 2013, dos agentes del FBI viajaron a Holanda para informar al equipo holandés de la importancia de la operación que habían realizando y de que el objetivo principal de las escuchas era “El Chapo”.
Gracias a esta operación de espionaje, el FBI pudó escuchar por primera vez en años la voz de “El Chapo” y obtener una imagen completa de su extensa organización criminal y de su estilo de vida.
Las operaciones de escuchas telefónicas fueron habilitadas por un informante del FBI, quien había establecido una red Blackberry para las comunicaciones de la organización de “El Chapo”.
El servidor utilizado para almacenar las conversaciones telefónicas se había colocado primero en Canadá pero las estrictas leyes de privacidad obligaron a buscar alternativa colocando el sistema en un centro de datos operado por Leaseweb en las afueras de la ciudad holandesa de Haarlem, subrayó la fuente.
“El Chapo”, que logró escapar de prisión varias veces, está siendo juzgado desde otoño en Estados Unidos, acusado de once cargos relacionados con el narcotráfico y el lavado de dinero.
Según el diario holandés, la cooperación entre Holanda y EU en las investigaciones de delitos es “muy estrecha” y a día de hoy hay 125 solicitudes similares, cuya legalidad está siendo revisadas por la fiscalía porque van desde el uso de servidores informáticos hasta historiales de Whatsapp.
FISCALÍA PIDE A JURADO CONCENTRARSE EN “EL CHAPO”
La Fiscalía federal estadounidense concretó los once delitos que atribuyen a Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y pidió al jurado que se centre en la figura del narcotraficante juzgado y no en otros nombres que hayan podido ser mencionados.
En un borrador de instrucciones al jurado al que ha accedido Efe, la acusación nombra los once cargos de los que se acusa al Chapo: relación con una continua empresa criminal, uso de arma de fuego durante un crimen de distribución de drogas, conspiración para blanquear dinero y ocho delitos de manufactura y distribución internacional de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana.
Asimismo, las setenta páginas de instrucciones remitidas al juez Brian Cogan recogen un apartado en concreto en el que la Fiscalía pide al jurado “no sacar conclusiones, favorables o no, hacia el Gobierno o el acusado del hecho de que determinadas personas no estén siendo juzgadas ante ustedes”.
“No deben especular por las razones por las que estas otras personas no están siendo juzgadas ni permitir que su ausencia como partes influya de alguna manera en las deliberaciones en este caso”, continúa el documento.
El bloque concluye marcando el paso al jurado, para quien “la única preocupación es el acusado que está siendo juzgado ante ustedes” y que la posible “culpa” de otros no es una defensa en una causa criminal.
De esta manera, la fiscalía quiere que el jurado obvie la principal estrategia de la defensa, que argumenta que el verdadero líder del cartel del Sinaloa es Ismael “Mayo” Zambada, que permanece fugado de la justicia, y que el Chapo es únicamente un chivo expiatorio que no tiene ninguna culpa.
El documento funciona como guía para el jurado de cara a la deliberación, donde se les explican algunos conceptos clave como las diferencias entre actuación “a sabiendas” o “intencional”, o la distinción entre ayudar o inducir a la comisión de un delito.
¿CUÁNDO FINALIZA EL JUICIO?
El juicio por narcotráfico contra Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera podría finalizar en la semana del 21 de enero, en unos 15 días, aunque la defensa sostiene que el proceso podría alargarse hasta mediados de febrero, según confirmaron a Efe fuentes cercanas al caso.
Ese retraso entre la versión de la defensa y la que apuntan fuentes cercanas a la Fiscalía, que ejerce la acusación, estaría motivado por el hecho de que los abogados del Chapo harán su propio alegato, además de los argumentos finales de ambas partes para que los jurados deliberen.
El juicio que se desarrolla en Nueva York seguirá por tanto alrededor de un mes más, aunque los testigos de mayor relevancia en el caso -también a nivel mediático- ya han desfilado ante el juez de la corte federal de Brooklyn Brian Cogan.
De momento, hoy continúa el interrogatorio de la defensa a un testigo colaborador de la Fiscalía, Édgar Galván, amigo de Antonio “Jaguar” Marrufo, un presunto asesino al que el cártel de Sinaloa encargó deshacerse de sus rivales en Ciudad Juárez.
*Sin Embargo