La Pirámide de la Serpiente Emplumada en Teotihuacán se encuentra gravemente deteriorada, por lo que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció que se cubrirá para brindarle y una mayor protección y asegurar su conservación.
“Su nivel de afectación es considerado grave por los especialistas, por el cúmulo de procesos cada vez más acelerados de arenización, disgregación, filtraciones, manchas de humedad, fracturas, pérdida de color y de elementos arquitectónicos”, detalló Diego Prieto, director general del INAH.
Para evitar un mayor deterioro, el director del INAH, en coordinación con la Secretaria de Cultura, anunció el Concurso Internacional Serpiente Emplumada, donde se buscará el mejor diseño de una cubierta de protección integral para el que es considerado uno de los edificios más bellos del México prehispánico.
Se espera que de este concurso surja un proyecto arquitectónico de cubierta que garantice la amortiguación de las principales causas de deterioro asociadas al intemperismo a las que está sometido el monumento desde hace un siglo, que inciden sobre todo en su fachada principal, y que se ha acelerado en los últimos 18 años.
En conferencia de prensa, el INAH aseguró que a un siglo del desenterramiento de este monumento arqueológico, la pirámide ha sido sometida a diversos procesos de conservación, por lo que el concurso representa una segunda fase en las medidas que la Secretaría de Cultura y el organismo implementan para garantizar su preservación.
Concurso Internacional Serpiente Emplumada
En el concurso, que buscará el diseño del sistema de protección de la fachada poniente para atender el exceso de agua de lluvia que deteriora la pirámide, podrán participar de forma individual o colectiva ciudadanos mexicanos o extranjeros, sin límite de edad, especialistas en arquitectura y/o ingeniería civil.
Este constará de tres etapas: el registro, del 4 al 8 de octubre de 2021; la notificación de los seleccionados que será publicada el 25 de octubre, y la visita a la zona arqueológica para conocer la problemática de conservación, a la cual seguirá el diseño del anteproyecto y elaboración del proyecto arquitectónico en 2022.
El jurado evaluará los proyectos y definirá un ganador que se hará acreedor a un premio de 600 mil pesos; los otros dos proyectos finalistas recibirán un premio de 300 mil cada uno.
El veredicto se realizará a través de un criterio de evaluación por puntaje, y el fallo definitivo se dará a conocer en septiembre de 2022 en la página del INAH, para dar paso a una fase de recaudación de fondos para la ejecución de la obra.
Fuente: El Financiero