Unión Hidalgo, Oax. (21/10/2017).-Contra todo pronóstico, la lucha de hombres y mujeres es diaria, siguen de pie y no pierden las esperanzas; aquí en Unión Hidalgo «La tierra de las mujeres Bonitas», el terremoto del 7 de septiembre arrasó con su patrimonio pero no con su fé.
Los habitantes de este municipio son más fuertes que las más de ocho mil réplicas, las lluvias y ahora los vientos del Norte que parece haberles castigado al quitarles todo su patrimonio.
Seguimos de pie, dice con fuerza y con la intencion de decretarlo Na’ Liipa (señora Felipa) de 65 años edad, aún con toda la tristeza que la envuelve de ver un lugar vacío, donde ha permanecido una casa que ha pasado por generaciones.
Su casa de tejas rojas y armoniosos colores a cuyas entradas daban realce dos enormes y verdes árboles de almendros, cayó con el terremoto del 7 de septiembre. Ella y su familia tuvieron suerte de alcanzar a salvar sus vidas, pero desde entonces han atravesado una situación difícil, quizás la más difícil de sus 65 años.
Na’ Liipa como todos la llaman muestra su patio en donde ya no queda nada, en su regazo abraza a la Virgen de Guadalupe a quien le ha rezado para poder salir adelante. Espera que los apoyos prometidos por el Presidente de la República Enrique Peña Nieto lleguen a este municipio y también le ayuden a levantar nuevamente su casa.
Unión Hidalgo se encuentra ubicado a escasos minutos de Juchitán de Zaragoza, aquí fallecieron 10 personas, miles de viviendas destruidas por los movimientos telúricos, también se perdieron los hornos en donde elaboraban las tortillas y totopos.
Hace unas semanas la Casa de Na’ Liipa fue demolida, los daños fueron totales, algunas cosas no las pudo sacar, el techo colapsó y las paredes también. Como buen presagio a tantos años de matrimonio en las paredes sólo quedó colgada esa imagen en blanco y negro del feliz día en que unió su vida al lado del señor Isidro, con quien hoy busca poder levantar su negocio familiar, su casa y salir de la tragedia.
En vísperas de la celebración del día de Muertos, le preocupa no poder recibir a sus difuntos como cada año con un altar adornado con frutas, pan, chocolate y la comida que más les agradaba.
Ahora su altar se encuentra en el patio, la imagen de San Vicente Ferrer chico permanece sin velas, ni flores porque los vientos pegan fuerte. Es en esta temporada cuando los vientos alcanzan hasta 140 kilómetros por hora.
La naturaleza no ha tenido piedad con esta región, la inseguridad abatió por varios años, en septiembre vivieron el terremoto que jamás se habían imaginado, después un sismo de 7.1 grados en escala Richter terminó por tirar las casas afectadas del 7 de septiembre. Han sobrevivido con miedo a más de 8 mil réplicas hasta el momento, las lluvias los llegaron a devastar al inundar sus calles que se han convertido en el refugio.
«No tenemos ni para donde hacernos», dicen los pobladores de Unión Hidalgo quienes no ven ni para cuando inicien las construcciones de su vivienda tampoco el día en que duerman tranquilos… no saben cuando va a dejar de temblar.