La lengua, entendida como la estructura de pensamiento a través de la cual nos comunicamos y expresamos, es también un mecanismo por medio del que construimos nuestro pensamiento, el mundo y nuestra propia realidad, señaló el defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), Bernardo Rodríguez Alamilla.
Durante la inauguración de la Semana por los Derechos Humanos y Lingüísticos, celebrada en la Villa de Zaachila destacó que en cada palabra de nuestra lengua hay mucho más que sintaxis gramatical y fonética articulada: es un punto de encuentro que nos indica de dónde venimos, quienes somos y hacia dónde queremos ir.
Ante el presidente municipal de la Villa de Zaachila, Cástulo Bretón Mendoza; el presidente de la Junta de Coordinación Política de la 64 Legislatura, Horacio Sosa Villavicencio; el director de la Facultad de Derecho de la UABJO, Carlos Pérez Campos Mayoral; el filósofo, compositor, antropólogo y pensador Jaime Luna; puntualizó que negar nuestra lengua es privarnos de nuestra identidad y nuestra alma como sujeto colectivo.
En el marco del 21 de febrero Día Internacional de la Lengua Materna, el titular de la DDHPO señaló que tal y como hace notar la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la diversidad lingüística se encuentra cada vez más amenazada con un mayor número de lenguas en riesgo de perderse, ya que en promedio cada dos semanas, una lengua desaparece, y junto con ella se pierde todo un patrimonio cultural e intelectual.
El ombudsman, refirió que en Oaxaca el patrimonio lingüístico de los pueblos indígenas incluye un total de 16 lenguas maternas, además del español. De éstas, el xuani o ixcateco es hablado por sólo 16 personas de avanzada edad, y el chocholteco se halla en una situación similar. Así que al menos dos lenguas maternas oaxaqueñas están en peligro de desaparición, pese a que apenas hace unos siglos tuvieron miles de hablantes e impulsaron el florecimiento de notables civilizaciones.
Indicó que de las demás lenguas originarias que se mantienen vivas en Oaxaca, el zapoteco y el mixteco tienen un arraigo manifiesto en la vida cotidiana y en el patrimonio cultural de nuestra sociedad.
“Debemos celebrar las muchas manifestaciones literarias y cotidianas que estos idiomas sustentan en nuestro tiempo, pues, como señala la UNESCO, los idiomas locales y transfronterizos pueden promover el diálogo pacífico y ayudar a preservar el patrimonio indígena”.
Abundó que en un estado multicultural y plurilingüe como Oaxaca, necesitamos llegar a un punto de entendimiento entre todos nuestros pueblos para que la comunidad estatal pueda avanzar a una convivencia armónica que permita consolidar la paz, la tolerancia y la justicia en nuestra entidad.
Y convocó a las y los servidores públicos a sumar esfuerzos para convertir la preservación de estos idiomas originarios en un puntal para el desarrollo integral de los pueblos indígenas, pues su cobertura implica un enriquecimiento integral para México, aunado a la deuda histórica que la sociedad mexicana tiene con los pueblos originarios.
Agregó que, en el estado, el Día Internacional de la Lengua Materna, implica 16 idiomas originarios y uno trasplantado, el español, pues en el intercambio y la retroalimentación que esta confluencia lingüística genera, tenemos una vía para el mejor entendimiento de nuestras comunidades, aprender de ellas códigos, conceptos y formas de comprender la realidad que nos permitan mejorar nuestras prácticas democráticas y con ello, la salvaguarda efectiva de los derechos humanos de todas y de todos.
Por su parte, el presidente municipal de la Villa de Zaachila, Cástulo Bretón Mendoza señaló la importancia de que las servidoras y servidores públicos conozcan lo elemental en materia de derechos humanos, pues refirió que estas actividades fortalecen sus funciones municipales.
Finalmente, durante su participación, el presidente de la Junta de Coordinación Política de la 64 Legislatura, Horacio Sosa Villavicencio reconoció la suma de esfuerzos de la DDHPO y el municipio de Zaachila para promover los derechos culturales, pues este trabajo se verá reflejado en un beneficio a favor de las comunidades indígenas