El Senado aprobó en lo general la reforma a la Ley de Hidrocarburos, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
La iniciativa se validó con 65 votos a favor, 47 en contra y seis abstenciones con un total de 117 votos.
El pasado 26 de marzo, el político tabasqueño envió una iniciativa a la Cámara de Diputados para cambiar dicha ley, misma que fue aprobada y enviada al Senado.
El objetivo de la reforma es modificar el almacenamiento mínimo de petrolíferos por parte de las empresas participantes, aplicar un silencio administrativo —conocido legalmente como “negativa ficta”— para negar permisos, revocación de permisos en caso de reincidencia por incumplimiento de reglas, combate al contrabando de combustibles, suspensión de permisos por peligro inminente a la seguridad nacional, energética o para la economía nacional.
Durante la discusión de la iniciativa, la senadora de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y presidenta de la Comisión de Energía, Rocío Abreu Artiñano, declaró que las modificaciones ayudarán a combatir el robo y contrabando de combustible y representará más dinero para el país para programas sociales e infraestructura.
“Estamos fortaleciendo la Ley para que los inversionistas nacionales e internacionales tengan certeza y seguridad jurídica, con esto favorecer a aquellos que cumplen con lo dispuesto en la Ley quitando de en medio a los que defraudan al país generando así una competencia desigual en estas condiciones”, mencionó.
La senadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Claudia Ruiz Massieu Salinas, expresó que la reforma desalentará inversiones en el sector energético con prácticas monopólicas, inhibirá la competencia y reducirá espacios a empresas privadas en actividades que no son exclusivas del Estado.
“Las violaciones a la Constitución son evidentes”, afirmó.
Julen Rementería del Puerto, senador del Partido Acción Nacional (PAN) y secretario de la Comisión de Energía, advirtió que los argumentos a favor de la Ley no corresponden a la realidad.
“Lo que estamos hoy viviendo o permitiendo con el voto de la mayoría es más una Ley embudo, así la denominamos, porque lo que viene a dar amplias facultades y concesiones al gobierno que lo ha hecho muy mal, y reduce toda la participación de toda la industria a aquello que tiene que ver con los participantes, inversionistas”, expresó.
Fuente: FORBES MÉXICO
