Ago 13, 2021 | 0 Comentarios

¡En la inocencia de la infancia, al matadero!!! La escuela como tumba.

Crédito: César Martínez/El Cortamortaja.

Óigalos usted desde ahorita y guárdese este testimonio:

“Si se detectan síntomas (en las escuelas), llamar por teléfono para que se haga el protocolo sanitario y hacer más medidas necesarias. Al mismo tiempo se pide que se les envié (a sus hijos) con cubrebocas y con su gel y una carta compromiso donde (ustedes los padres) autorizan que el pequeñito va a la escuela. Habrá un comité que tomará temperatura y los maestros estarán al pendiente en los salones de clases”, explicó Delfina Gómez Álvarez; Titular de la Secretaría de Educación Pública. México.

Quizás para entonces sea tarde, porque no hay momento más triste que cuando se te muere un hijo.

Entonces vas a saber qué se siente tener un sueño roto, un hogar sin risas.

Cuando se pierde un hijo, se pierde la vida.

Cuando se muere un hijo, se para el reloj y lo que un día fue esperanza, dejó de ser un momento feliz.

Y te lamentarás, una y mil veces cuando la autoridad te refriegue en la cara la carta responsiva que firmaste como padre; el acta de defunción de tu hijo.

Y te dirán quitados de la pena. ¡El maestro culpable!

Porque pendejos no son.

Y te repetirán cien veces muy quitados de la pena: Yo nunca dije Llueva, truene o relampaguee que el regreso a clases presenciales sería el 30 de agosto, ni que los maestros que no se presentasen ese día y desobedecieran esa orden, iban a ser sancionados.

Yo no dije eso, yo lo que dije…e inventarán pretextos.

Duele la palabra.

Se les ha secado el juicio a las autoridades. No entienden que los niños de hoy, son el pueblo de mañana. Para que arriesgarlos.

Faltaría que nos respondieran.

¿Quién va a comprar el gel antibacterial?

¿Quién va a comprar el termómetro infrarrojo para medir la temperatura sin contacto?

Cómo imaginan los que ven de lejos,

que no saben cómo funciona una escuela

al fin y al cabo, son los más pendejos.

Ya lo dijeron los maestros.

Un niño no se está quieto, los niños no caen del cielo.

Los niños vienen de lejos, del contacto con todo el mundo, unas veces repletos en el camión urbano, otras veces caminando en grupo.

Los niños ríen, se empujan, que van a saber que en la inocencia de la infancia se les empuja al matadero.

Ya lo están diciendo los maestros de Oaxaca, de Guerrero, de Chiapas y de Michoacán.

¡No hay condiciones para iniciar las clases presenciales!

¡Vengan las sanciones, venga como venga, venga la amenaza, que yo no atropello la esperanza!

Ya lo están diciendo lo maestros de la CNTE. 

¡No hay condiciones para iniciar las clases presenciales!

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