Es cierto. En CDMX los temblores son más intensos, debido a que la capital del país fue construida sobre las ruinas de la capital del imperio azteca, Tenochtitlán, antiguo sedimento de un lago.
El diario estadounidense The New York Times, replica una animación basada en modelos de Víctor Cruz-Atienza, profesor de Geofísica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para mostrar cómo se propagarían las ondas de choque de un hipotético sismo cerca de Ciudad de México.
En éstas se muestra que el estremecimiento es mayor en las partes bajas del valle de México, y conforme se acerca a las montañas que la rodean se van disminuyendo. Pero este efecto no es una coincidencia, las ondas de choque más fuertes delinean la forma del antiguo lago.
NYT explica que gran parte de la ciudad descansa sobre capas de arena y barro —de una profundidad de hasta 91 metros— que estaban debajo del lago, lo que crea sedimentos suaves y acuosos que hacen a CDMX particularmente vulnerable a los sismos y a otros problemas.
«Durante un terremoto, los sedimentos sueltos cerca de la superficie hacen más lentas las ondas, de 3000 metros por segundo a aproximadamente 50 metros por segundo, conforme entran al valle. Las ondas lentas crecen en amplitud, del mismo modo que un tsunami cuando se acerca a la costa, y hacen que el movimiento sea más violento.
«Empeora cuando el material debajo de los sedimentos más sueltos es más profundo y más denso pues hace que las ondas se queden en el valle y que el temblor amplificado dure más tiempo», puntualiza el diario.
Sobre el pasado sismo del martes 19 que ha dejado hasta el momento 167 muertos en la capital del país, dijo que éste empeoró debido a que las ondas se movían a través el antiguo sedimento del lago.
Sin embargo, destaca que CDMX desde siempre ha sido propensa a los sismos, debido a que México está sobre las placas tectónicas de Norteamérica y de Cocos, las cuales al chocar, liberan grandes cantidades de energía.
Huffingtonpost