No son pocos los que hablan ya de «milagro en Durango». Y es que no se reportó ninguna víctima mortal entre los 99 pasajeros y cuatro tripulantes del vuelo Aeroméxico AM2431 que acababa de despegar dese Durango rumbo a Ciudad de México.
Las primeras imágenes del Embraer E190 severamente dañado y humeante habían hecho que todos temieran lo peor: pero el balance inicial fue de 85 heridos, cero fallecidos.
De hecho, los pasajeros habían podido salir del avión por su propio pie, como hizo Jacqueline Flores, originaria de Durango que vive en Bogotá y que viajaba junto a su hija de 16 años.
«Íbamos despegando cuando se sintió que giramos muy fuerte, como que los pilotos estaban tratando de estabilizar el avión. Sentí que caímos muy fuerte y dimos varios tumbos. Cuando el avión se paró por fin, había mucho humo y fuego», cuenta Flores.
«La aeronave quedó partida y el fuego avanzaba rápidamente. La fractura estaba un par de asientos detrás de mí. La gente estaba en pánico, pero yo estaba tranquila. De alguna forma sabía que mi salvación estaba en saltar por ese hueco. Así que lo hice junto con mi hija». Dice que la aeronave estaba inclinada, así que no estaban tan lejos del suelo, como dos metros, dice Flores. Una persona que estaba de pie debajo del avión les ayudó a bajar. «Caí mal y tengo inflamado un tobillo, pero soy muy afortunada de estar viva», dice Flores.
Se confirma que no hubo fallecidos en el accidente del vuelo #AM2431. En estos momentos se encuentra parte del Gabinete, encabezado por la Coordinadora @RosarioCastroL, para atender a los lesionados y cooperar con las autoridades del aeropuerto en la atención de éste suceso.
— José R. Aispuro T. (@AispuroDurango) 31 de julio de 2018
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