Oaxaca, Oax. Con total desfachatez funcionarios como Rosario Robles Berlanga hacen presencia en Oaxaca para recordar la memoria de las víctimas del terremoto de 8.2 con epicentro en las costas del Golfo de Tehuantepec del pasado 7 de septiembre; cuando la desgracia de aquellos se convirtió en el negocio de muchos.
Hoy se cumple un año del Terremoto 8.2 que tiró miles de viviendas y que aún viste de luto los hogares y los corazones de miles de Istmeños quienes aclamaron un apoyo y una mano amiga para poder salir de la tragedia.
Tarjetas clonadas, viviendas sin censar, familias afectadas que no recibieron un apoyo, sólo por no pertenecer al grupo «selecto» de presidentes municipales quienes fueron premiados con curules como la presidenta de Juchitán de Zaragoza Gloria Sánchez o que se construyen viviendas de Lujo como Wilson Chávez, presidente Municipal de Uniòn Hidalgo.
La realidad es que nada ha cambiado desde hace un año, acudir a la zona, recorrer sus calles y platicar con la gente vasta para darse cuenta del abandono que viven y del «jugoso negocio» en que se convirtieron.
Las mujeres y hombres de los 41 municipios que afectó el terremoto del 7 de septiembre Sobreviven entre los escombros, la vigas y con el temor a los 58 temblores diarios que se sienten en esta zona. Mientras desconocen el destino de los recursos que enviaron desde el extranjero, las asociaciones, los mexicanos, las empresas y a la fecha nadie ha sido capaz de esclarecer el destino de este dinero.
También cientos de niños aun reciben clases bajo lonas que les cubren de los rayos del sol o de la lluvia, pues los daños también alcanzaron más de 3 mil 242 escuelas de diversos niveles en 41 municipios.
De las escuelas dañadas mil 898 registraron daños menores, 924 fracturadas las cuales se encuentran en reconstrucción por el Instituto Oaxaqueño de la construcción de la infraestructura Educativa (IOCIFED) que reporta el 36% avance promedio en la reconstrucción.
Todo ha sido lento, la Secretaría de Finazas que dirige Jorge Gallardo Casas atribuye esto a las dependencias encargadas de ejecutar los recursos y se «lava las manos».
Además la Secretaría de las Infraestructuras (Sinfra) reconoce que el proceso va lento que podría tardar años porque tan sólo en este primer año el avance es de apenas el 46% y admitió que el proceso podría tardar hasta 10 años.
Cientos de mujeres que se dedican a la elaboración de Totopo han salido a las calles y no les ha quedado más que buscar el respaldo de organizaciones para exigir se les apoye en la reconstrucción de sus hornos. Los apoyos destinados por la Comisión Nacional desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) fueron entregados a «maestros, mototaxistad y profesionistas acusaron.
Todo esto con el aval de las autoridades municipales y por el desconocimiento de la dependencia, lo he derivó que fueran utilizados como botín electoral.