México afronta hoy la votación más grande y compleja de su historia, tanto por el volumen de cargos que se eligen, como por el número de votantes habilitados, 89 millones, como por la violencia extendida en zonas rurales, que la ha convertido en la elección más sangrienta, con 145 políticos asesinados en distintos puntos del país.
Además de presidente, los mexicanos votan este domingo para elegir alcalde de la capital, ocho gobernadores, diputados, senadores y más de mil alcaldes. Es la primera elección en la que se eligen tantos puestos públicos de forma simultánea. También es la primera vez en que los residentes en el extranjero han podido votar para elegir a senadores y gobernadores. Sin embargo, como ocurrió en 2006 y 2012, las fallas burocráticas en los consulados, la falta de interés y las complicaciones logísticas han reducido la participación a menos de 100.000 personas.
Entre los candidatos, el más madrugador en votar fue el líder de las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, quien a las 8 de la mañana estaba frente a su colegio electoral de Ciudad de México. Cientos de cámaras acompañaron su votación mientras su mujer, Beatriz Mueller, hacía fotos con su teléfono. “Hoy me siento muy bien, este es un día histórico para el pueblo de México, ya que hoy decidirá libremente quién encabezará al país en los próximos seis años. Nosotros representamos la posibilidad de un cambio verdadero contra lo que hemos estado viviendo”, dijo el tabasqueño.
El candidato del PRI, José Antonio Meade, emitió su voto en el sur de Ciudad de México, poco después de las 11 de la mañana. Meade se mostró «absolutamente seguro» de ganar las elecciones a pesar de que los sondeos le relegan al tercer lugar. Casi a la misma hora el aspirante de la coalición Por México al frente, Ricardo Anaya, votó junto a su familia en Querétaro.
Entre los votantes en la capital, Rosalinda Esquivel, originaria de Monterrey, llegó temprano a una de las casillas especiales en la zona centro, donde votan quienes viven lejos de su circunscripción. “Son unas elecciones con mucha expectativas y hay muchos poniendo los ojos en ella” dijo junto a una larga fila de votantes. Esquivel llegó incluso antes de que la casilla abriera.
Las preferencias de la gente joven resultarán cruciales en la contienda. El número de votantes de entre 18 y 29 años supera los 25 millones, un 29,2% del censo electoral. Ninguna otra franja de edad junta a tantos electores.
Juan Carlos Lima, de 26 años, llegó el a las 5 de la mañana a hacer cola, por temor a no poder votar por falta de papeletas en la urna especial. “Mi único temor es que candidatos mesiánicos puedan organizar desmadres si no salen los resultados que ellos quieren” explicó. “Pero confío en las instituciones, hay cosas que han hecho que no me gustan, pero confío en su limpieza”.
Junto a él estaba el padre Alejandro Solalinde, quien hace campaña a favor de López Obrador. “Hay mucha gente en la urna y esto es una fiesta, señaló junto a una urna abarrotada de votantes. Estas votaciones son históricas y no hay sabotaje capaz de detener a la gente que está saliendo a la calle”, dijo.
La elección se ha visto ensombrecida por la campaña electoral «más sangrienta» de la historia reciente de México, con al menos 145 políticos asesinados desde septiembre (de ellos 48 eran precandidatos y candidatos), desde que inició el proceso electoral, según la consultora Etellekt. Un número significativamente mayor al registrado en 2012, cuando nueve políticos y un candidato fueron asesinados, de acuerdo con Etellek. Según el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Cordova , “los crímenes son repudiables, pero no ponen en riesgo el ejercicio del voto”.
*El País