– El director del Instituto para la Seguridad en las Construcciones en la Ciudad de México dijo el sismo de hace unos días tuvo un poder destructivo mucho menor al que destruyó buena parte de la capital el 19 de septiembre de 1985.
CIUDAD DE MÉXICO.- El sismo que padeció la Ciudad de México el pasado 7 de septiembre de ninguna manera es una señal de que la capital del país está preparada para evitar ser colapsada, pues su poder destructivo fue cinco veces menor al terremoto que aconteció en 1985.
El verdadero movimiento telúrico que pondrá a prueba los inmuebles de la capital “está por venir”.
En entrevista con El Financiero, Renato Berrón Ruiz, director general del Instituto para la Seguridad en las Construcciones en la Ciudad de México, dijo que el sismo de hace unos días tuvo un poder destructivo mucho menor al que destruyó buena parte de la capital el 19 de septiembre de 1985.
“El verdadero sismo, el que va a poner a prueba a la Ciudad de México, todavía no ha llegado, está por venir. A la gente que conoce de este tema, los sismólogos, científicos investigadores sobre seguridad estructura, ven con preocupación el que sucedan estos sismos tan fuertes, porque quiere decir que estamos ante una zona sísmica que genera verdaderos sismos de gran fortaleza y de gran magnitud”, explicó.
Consideró engañoso que sorprenda que el sismo del 7 de septiembre, -de magnitud de 8.2 grados-, no haya causado daños.
“Justo hasta en el extranjero se sorprenden y dicen qué hemos hecho aquí los mexicanos, que en el sismo de 85 que fue de 8.1, hubo más de 400 edificios dañados, ahora ¿cómo le hicimos para que hubieran escasos daños que tuvo la ciudad?”.
Berrón Ruiz señaló que no se pueden comparar los sismos, son muy distintos, uno fue generado a unos 900 kilómetros de distancia; el de 85 se generó a unos 500 kilómetros del entonces Distrito Federal. Además, este último terremoto en Chiapas se generó a una profundidad de 60 kilómetros, en tanto que el sismo de 85 se generó a una profundidad de 15 kilómetros.
Entonces esos factores influyeron significativamente en el poder destructivo de ahí que el último movimiento telúrico no provocó los daños en la Ciudad de México, pues sus ondas llegaron muy disminuidas, contrario a Chiapas, Oaxaca y una parte de Tabasco.
Aunque adelantó que de esa zona vendrá el poderoso sismo que se espera, sino de la Brecha de Guerrero, a donde por mucho tiempo no ha temblado, por lo que los sismólogos y especialistas, temen que se esté acumulando mucha tensión que una vez liberada si tendrá un impacto muy destructivo en la capital.
Dijo que la zona más vulnerable de la capital, por encontrarse en lo que fue el área lacustre del Lago de Texcoco, están la zona centro en la delegación Cuauhtémoc, y una parte de las delegaciones Benito Juárez, Venustiano Carranza, Miguel Hidalgo, Azcapotzalco y Gustavo A. Madero.
Expuso que en esa área se ha presentado la mayor cantidad de daños en movimientos telúricos anteriores, pero también es donde se ubica la mayor cantidad de edificios con un total de 270 mil.
Entonces para la capital y los planes de contingencia que se tienen, es la zona de actuación prioritaria, porque es fácil determinar que en caso de un poderoso sismo, “allí van a ocurrir fácil, el 90 por ciento de los daños”.
* El Financiero