Producir, comprar y consumir marihuana en México será legal en poco tiempo. Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, presentó este jueves una iniciativa de ley en el Senado que regula la producción, la venta y el consumo de cannabis. Fuerza mayoritaria en el Congreso, Morena no debería tener demasiados problemas para aprobarla. Expertos consultados por EL PAÍS estiman que los legisladores tardarán unos meses en sacar adelante la norma, lo que podría concretarse a mediados de 2019.
La Ley General para la Regulación y el Control del Cannabis nace como una respuesta a las políticas prohibicionistas, imperantes en la región desde hace décadas. En México, la producción y el tráfico ilegal de marihuana son parte esencial del conflicto entre el Gobierno y las mafias de criminales y entre los propios delincuentes. Decenas de miles de personas han muerto en los últimos años en el país y otras han desaparecido, producto de la llamada guerra al narcotráfico. Eliminada la marihuana de la lista de sustancias perseguidas en México, el próximo Gobierno espera bajar los índices delictivos.
Olga Sánchez Cordero, futura secretaria de Gobernación [equivalente a ministra del Interior] de López Obrador, se encargó de presentar el proyecto en el Senado. “Tenemos que replantear la política de drogas en nuestro país. Es momento de cambiar, porque siempre han sido un discurso polémico. El combate frontal [al narcotráfico] a través de las armas solo ha producido más muertes en nuestro país. No estamos a favor de la liberación absoluta de las drogas, sino de la regulación del cannabis”, dijo.
El camino político de la regulación va en paralelo al judicial. La semana pasada, la Suprema Corte de Justicia de la Nación falló a favor de un ciudadano, que denunciaba que varios artículos de la Ley General de Salud referentes al cannabis atentaban contra su derecho a desarrollarse plenamente como persona. Era el quinto fallo de la Corte en el mismo sentido. Se establecía así jurisprudencia al respecto, situación que abre el camino para que el Alto Tribunal ordene al Congreso que elimine tales artículos de la ley. La iniciativa de Morena supera el fallo de la Corte y no solo elimina la prohibición sino que regula el mercado del cannabis.
Sánchez Cordero ha insistido estos días en que la ley es muy completa, pues no solo legaliza la marihuana sino que regula todo el proceso de producción, consumo, exportación y usos posibles.
En materia de autoconsumo, el proyecto establece que las personas adultas podrán cargar hasta 30 gramos de marihuana; podrán cultivar sus propias plantas -hasta 20- y cosechar como mucho 480 gramos al año. Se prevé la aparición de cooperativas productoras, que tendrán hasta 150 socios. Estas podrán producir 480 gramos por socio al año y los consumidores estarán autorizados a fumar en público siguiendo reglas parecidas al tabaco. El texto prevé sanciones contra la venta de marihuana a menores. La iniciativa permite también la producción de cannabis para la venta, previa licencia. Además, se prevé la elaboración para uso industrial, médico y terapéutico.
Las terapias con medicamentos a base de componentes de la marihuana abrieron el camino hace tres años a la legalización de la sustancia para uso medicinal. Familias de todo el país empezaron a hacer lobby en el Congreso para instar a que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Cofepris, les permitiera importar este tipo de remedios. Eran personas con enfermos de epilepsia, cáncer… En algunos casos lo consiguieron, aunque la comisión entorpeció la importación en general. Solo daba permisos particulares. Con la nueva ley, este dejaría de ser un problema.
El Instituto Mexicano de Regulación y Control de Cannabis, cuya creación prevé la ley, se encargará de desarrollar los reglamentos para la producción, comercialización y consumo del cannabis y, en general, de hacer cumplir la normativa.
Queda por resolver qué ocurrirá con los presos de la marihuana, ciudadanos detenidos o condenados por posesión de cannabis. Según datos de Morena, el 62% de presos con los que contaba México en 2012 estaban en la cárcel por delitos contra la salud, es decir, narcotráfico. De ellos, el 58% permanecían recluidos por temas relacionados con la marihuana. En 2011, también según Morena, existían 1.509 reos sentenciados por consumo o posesión de cannabis, lo que significa que no tuvieron intención de traficar.
Otro tema es quién o quiénes obtendrán licencias para producir marihuana y quién se beneficiará con los impuestos a la producción y la venta. El académico Froylán Enciso, experto en política de drogas, declaró en una entrevista con un medio local estos días que la ley debe compensar a los campesinos que han producido cannabis estos años, perseguidos por las autoridades. Ellos, defiende, deben obtener licencias para producir. En cuanto a los impuestos, dice, deben destinarse a mejorar el bienestar social.
El País