México concedió asilo político al expresidente de Bolivia, Evo Morales, anunció este lunes el canciller Marcelo Ebrard.
Morales solicitó «verbal y formalmente asilo político en nuestro país», dijo Ebrard.
«La cancillería mexicana, previa opinión de la Secretaría de Gobernación, en voz de la ministra Olga Sánchez Cordero, ha decidido concederle asilo político al señor Evo Morales por razones humanitarias y en virtud de la situación de urgencia que enfrenta en Bolivia en donde su vida e integridad corren riesgo», agregó.
El pedido formal, que se hizo a través de una llamada, se dio luego de la invitación que el Gobierno de México hizo a Morales el domingo, horas después de que renunciara a la Presidencia por pedido de las Fuerzas Armadas y ante la crisis político-social de dicha nación.
Ebrard detalló que procederá a informar al Senado, donde Morena tiene mayoría, del asilo político a Morales y pedirá el respaldo a la decisión.
Además se informó a la Cancillería de Bolivia para que bajo el derecho internacional proceda a otorgar el correspondiente salvoconducto en las seguridades, «así como las garantías de que la vida e integridad personal y libertad del señor Morales no serán puestas en peligro».
Según el canciller, el otorgamiento del asilo se da con base en la Convención sobre asilo de La Habana de 1928 y la convención sobre asilo diplomático firmada en Caracas en 1954.
«La legislación mexicana también reconoce el otorgamiento del asilo político en su Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político de 2011», indicó.
Después de 13 años en el poder, Evo Morales presentó su renuncia a la Presidencia de Bolivia el domingo, esto después de que el general de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, pidiera esta acción en aras de lograr la pacificación del país.
El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó la acción de Morales como «responsable» pues con ello evitó «exponer a su pueblo a la violencia».
Más temprano, Morales había convocado a nuevas elecciones, esto después de que la auditoría realizada por la Organización de Estados Americanos (OEA) encontró una serie de irregularidades en los comicios presidenciales del 20 de octubre pasado.
Por ello, el organismo señaló que «no podía garantizar la integridad de los datos y dar certeza de los resultados».
La ‘caída’ de Morales sucedió después de casi un mes de protestas en la nación en contra de lo que la oposición calificó como una elección fraudulenta, en la que Morales había ganado la posibilidad de gobernar Bolivia por cuarto mandato consecutivo.
Después de presentar su renuncia, Morales denunció que había una orden de aprehensión ‘ilegal’ en su contra y que tanto su domicilio como el de familiares habían sido atacados.
El canciller Ebrard publicó el domingo, en su cuenta de Twitter, que el Gobierno de México rechazaba cualquier operación militar en la nación andina.
Más tarde anunció que “de conformidad con la tradición de asilo y no intervención”, la embajada de México en Bolivia había recibido a 20 “personalidades del Ejecutivo y Legislativo” bolivianos, y abrió la posibilidad a que México también concediera asilo a Morales.
El canciller dio a conocer este lunes la posición oficial del Gobierno de México, quien calificó los hechos como “un golpe” en contra de Morales.
“El Ejército pidió la renuncia del presidente y Evo Morales resolvió presentar su renuncia para evitar una guerra civil. Por consiguiente, ese es un golpe, porque el Ejército pidió la renuncia y eso violenta el orden constitucional en ese país”, subrayó en conferencia de prensa desde Palacio Nacional.
Fuente: El Financiero