Ago 24, 2021 | 0 Comentarios

Los Tratados de Córdoba, un paso más hacia la Independencia de México

Luego de más de una década del comienzo de la guerra de Independencia, el 24 de agosto se firmaron los Tratados de Córdoba

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, conmemora este martes los 200 años de los Tratados de Córdoba, cruciales para la independencia del país hace dos siglos.

Acompañado de su homólogo ecuatoriano, Guillermo Lasso, el mandatario recordará esta efeméride que estableció la retirada de tropas españolas del país tras la rubrica del documento en la ciudad de Córdoba, estado de Veracruz, el 24 de agosto de 1821.

¿Qué son los Tratados de Córdoba?

Luego de más de una década del comienzo de la guerra de Independencia mexicana, el 24 de agosto se firmaron los Tratados de Córdoba, un ejercicio político entre los monárquicos y el movimiento de independencia.

El documento -de 17 artículos- buscaba validar ideas plasmadas en el movimiento de independencia encabezado por Agustín de Iturbide, quien era comandante del Ejército Trigarante, frente a las ideas del teniente general Juan O’Donojú, representante del Virreinato de la Nueva España.

En los tratados -considerados una extensión del Plan de Iguala, que meses antes abrió el camino a la independencia- se reconocieron los territorios que pertenecieron anteriormente a la monarquía española y se instauró una nación soberana e independiente conocida entonces como Imperio Mexicano.

Esta tenía todavía una condición monárquica constitucional moderada y con cortes en la capital.

La relación jurídica con España

El nuevo imperio fue ofrecido a Fernando VII, rey católico de España, pero en caso de renuncia se delegaba a su hermano, a uno de sus infantes, a un elemento de la Corte Peninsular que el rey designaría o, en caso de que nadie aceptase el nombramiento, las propias Cortes Imperiales de México lo designarían.

Los tratados, por tanto, no fueron solamente el reconocimiento de la unión de las fuerzas insurgentes y realistas o el concilio de intereses entre la colonia y la Corona española.

Sino que también supusieron un cuerpo jurídico estructurado que siguió siendo utilizado hasta la formación del Primer Congreso Constituyente Mexicano, que un año después se reunió para redactar la primera Constitución del país.

Los españoles se retiran

Los españoles más leales a la Corona rechazaron el documento y mantuvieron en un primer momento ocupadas las plazas de la capital mexicana, Veracruz, San Carlos de Perote y el castillo de San Diego en Acapulco.

Pero las diferencias entre quienes apoyaron el rey de España y el Ejército Trigarante terminaron cuando el general Francisco Novella, entonces jefe interino superior de la Nueva España, fue obligado a retirarse de la mayoría de sitios todavía ocupados y se movieron hacia Veracruz.

Las tropas realistas abandonaron la Ciudad de México y el 27 septiembre de 1821 tuvo lugar la llamada “entrada triunfal” del Ejército Trigarante a la capital, en lo que se considera la consumación de la Independencia.

Se consolida la Independencia

Un día después de estos acontecimientos, el 28 de septiembre, se firmó el Acta de Independencia de México, mediante el cual se declaró la independencia frente a España y es el documento fundador del Estado mexicano.

Se eligió a Agustín de Iturbide como presidente de la Junta Provisional Gubernativa, efectuándose un primer paso constitutivo y se ordenó modificar la Bandera Trigarante para que sus franjas fueran verticales con el orden de color: verde, blanco y rojo.

Y al centro, posada sobre un nopal, un águila real coronada.

Esta es la bandera mexicana que, con algunos cambios, ha perdurado hasta la actualidad.

Aunque el acta llevó a la Independencia de México, esta fue rechazada por el Gobierno de España hasta diciembre de 1836, cuando finalmente se produjo el reconocimiento español.

Fuente: López Dóriga

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